domingo, 25 de marzo de 2012

SEGUNDO ESQUEMA DEL APARATO PSIQUICO



Segundo esquema del aparato psíquico

Complemento entre el primer y segundo esquema:

A.       Procesos psíquicos conscientes ----------------------------------------------------------------------------------------------- (1)
                                                                    ---- Preconsciente ---------------------------------------------------------------- (2)
                                                                          (Accesibles a la consciencia, pueden
                                                                           ser evocados voluntariamente)
B.       Procesos psíquicos no conscientes

                                                                   ---- Inconsciente --------------------- Represores ----------------------------- (3)
                                                                       (Inaccesibles a la                     (Censura)
                                                                        Evocación
                                                                        Voluntarias)                            Reprimidos ------------------------------ (4)


Freud completa el primer esquema y lo reformula al presentar el segundo, según el cual la vida psíquica esta constituida por tres procesos: el yo, el super-yo y el ello. Estas tres áreas de la vida psíquica no se presentan aisladas y ordenadas entre si, sino todo lo contrario, se mezclan e interactúan.

Yo: corresponde a los puntos 1 y 2 del cuadro anterior, consciente y preconsci
Super yo: correspondiente al punto 3 del cuadro, inconsciente represor      
Ello:corresponde al punto 4, inconsciente reprimido.

      El ello representa el inconsciente reprimido. Es la vida instintiva y esta gobernado por el principio del placer. Las tendencias instintivas exigen satisfacción, no reconocen lógico alguna y son netamente activas.   
La vida psíquica del recién nacido es totalmente inconsciente. El bebe no razona y exige satisfacción de sus tendencias buscando aquello que le brinda placer, como el alimento, el calor del cuerpo de la madre o de cualquier persona que este a su cuidado, el afecto. Es decir, en el comienzo, la vida psíquica esta regida por el ello. La fuerza vital e instintiva que gobierna al ello y dirige la conducta hacia el placer se denomina libido. 
A medida que el bebe crece y se desarrolla, se va conectando e integrando al mundo, por lo que sufre un proceso de adaptación a la realidad del medio ambiente. Es decir, va diferenciando de su ello al yo. Este, por lo tanto, tiene su origen en una transformación del ello.

El yo tiene como función imprimir una copia de la realidad, imprimir una copia de la realidad, incorporar las percepciones del mundo exterior al sujeto, y reprimir los accesos del ello, destituyendo el principio del placer por el principio de realidad, que asegura más éxito en la integración al mundo social.
El yo tiende a la síntesis de los contenidos que recibe del medio, los ordena y organiza, unifica los procesos anímicos. Necesita este alto grado de organización para rendir y cumplir su función, domina y controla los instintos, impulsos del ello, para integrarlos al sistema total.
Pero el yo es débil en si mismo, todas sus energías le son prestadas por los impulsos vitales, del ello, que guía los intereses del sujeto. Para controlar mejor al ello, necesita del tercer elemento consecutivo de la vida psíquica: el super yo.
El super yo representa el “vigilante” de los actos del sujeto. Es el ideal moral que todos tenemos dentro y se ha formado en nosotros por la educación que nos dieron nuestros padres y por la influencia social en general. Es el que indica lo debemos hacer, el ideal al que el yo debe tender, y colabora con el para reprimir los impulsos del ello que no se adecuan a ese ideal. Representa el “padre” interior que reúne las valoraciones del grupo social que se transmiten de generación en generación.


Relaciones entre el yo, el ello y el super yo

De este modo, el yo sirve a tres severos amos.
El ello, con sus impulsos o energías que buscan el placer.
El super yo, que lo controla y lo fuerza a seguir el ideal que le plantea.
El mundo interior, que le da estímulos para que organice y ordene.

El yo debe equilibrar estas tres fuerzas e integrarse en función de la síntesis que logre alcanzar.
El super yo funciona como colaborador rn la censura y represión del ello. Cuanto más estricto sea el ideal que impone, mas conflictos se representaran para el yo.
El problema reside en que el ello, inconsciente y reprimido, no cesa de actuar. Todas las energías vitales, vienen de él, y es imprescindible para la acción humana. El ello necesita satisfacer sus tendencias o canalizar estas fuerzas de acuerdo con el ideal impuesto por el super yo, en creaciones culturales, estéticas, etc., por el proceso llamado sublimación: encauzamiento de las fuerzas instintivas en obras elevadas y espirituales, socialmente aceptadas.

Si observamos el grafico anterior vemos que la mayoría de nuestra vida psíquica es inconsciente.
Ello: de naturaleza inconsciente, activa e instintiva.
Super yo: ideal inconsciente internalizado, represor, selecciona las experiencias no permitiendo pasar al yo las que considera indeseables evocar o recordar.
Yo: a- Componentes conscientes en relación con el mundo (corteza protectora de lo inconsciente),
       b- Componentes inconscientes del preconsciente (recuerdos que pueden ser evocados voluntariamente),
       c- Componentes inconscientes de censura que controlan el ello.

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