domingo, 25 de marzo de 2012

PRIMER ESQUEMA DEL APARATO PSIQUICO

APARATO  PSIQUICO

Freud elaboro dos esquemas para explicar el funcionamiento del aparato psiquico.Dichos esquemas no son opuestos sino complementarios; uno ayuda a comprender al otro y viceversa.
·           Descriptivo: como esta estructurado.
·           Dinámico: como funciona, como se moviliza.
       Al describirlo se apela, frecuentemente a gráficos, esquemas o a comparaciones con objetos físicos para hacer mas claro su estudio. Pero es conveniente tener en cuenta que estas comparaciones tienen exclusivamente esa función, apuntan a la comprensión y no a la confusión de los temas, pues la vida psíquica no tiene forma, ni se divide en sectores, ni ocupa un lugar en el espacio. Por lo contrario es inmaterial y se da en un proceso dinámico donde cada aspecto esta estrechamente ligado al otro.

Primer esquema del aparato psíquico
                                                                                                                                                                
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                


      INCONSCIENTE



   PRECONSCIENTE


   CONSCIENTE

                                
    
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
              
                                   
                                                                                                                                  
Llamamos consciente a las representaciones mentales que provienen del exterior, es decir, a las imágenes mentales de lo que percibimos de la realidad. La consciencia es como la corteza o la cáscara del aparato psíquico; es el aspecto del mismo que esta en directo contacto con el mundo exterior. Podemos decir: “Soy consciente de lo que veo… de lo que hago… de lo que pienso…”. Con esto significamos que tenemos el poder de organizar esos datos, de actuar sobre ellos, de explicarlos, etc.
Pero por debajo de la consciencia se hallan las otras representaciones que no están actualmente en ella: las representaciones inconscientes, que están presentes pero latentes, es decir, no directamente manifiestas.
En sentido descriptivo, hay un solo inconsciente –lo que no esta en la consciencia-; pero en sentido dinámico –en cuento a su funcionamiento existe un preconsciente y un inconsciente.

Llamamos preconsciente a las ideas latentes que pueden volver a la consciencia cuando resulte necesario. La experiencia nos demuestra que, cuando percibimos un suceso que ocurre en el exterior, somos conscientes de lo que percibimos. Luego, dicha representación desaparece de la consciencia y, mas tarde, después de un intervalo, emerge nuevamente como recuerdo. ¿Qué paso entonces? ¿Dónde estaba la representación que desapareció? Estaba latente en el preconsciente. Los datos de los recuerdos son necesarios y útiles para la integración social: la conducta necesita de ellos. Por lo tanto, pueden volver a la consciencia.

En cambio, llamamos inconsciente, en sentido estricto, a las ideas o experiencias latentes que no pueden volver a la consciencia por vía directa, pero de las que existen pruebas de todo orden que permiten afirmar su presencia. Estas representaciones latentes, como ya dijimos, no tienen que ser indefectiblemente débiles, sino que pueden ser fuertes y eficaces hasta el punto de determinar nuestras conductas.

Presonsciente: Puede volver a la consciencia, voluntaria o involuntariamente.
Inconsciente: No pueden volver a la consciencia por vía directa.

El inconsciente no se muestra directamente a nuestro conocimiento, sino que se manifiesta  por otras vidas como, por ejemplo, el sueño, las fantasías, los actos fallidos. Puede ser estudiado por el método sicoanalítico iniciado por Freud.
La barrera que impide el paso de lo inconsciente a lo consciente se llama censura.
En el esquema inicial encontramos una primera censura que separa lo inconsciente de lo preconsciente, luego insiste una segunda censura que regula el paso de las representaciones del preconsiente a la consciencia.
Separa = impide el paso.
Regula = permite el paso de las representaciones o ideas cuando es necesario.

Haciendo la experiencia con nosotros mismos, notamos que recordamos fácilmente algunas experiencias pasadas, pero que debemos vencer una resistencia para hacer volver a la consciencia otras. Esta resistencia es la defensa que la consciencia opone a lo consciente por el proceso de represión y que llamamos censura.

La consciencia funciona como adaptadora al medio social y naturalmente tiende a defenderse y a impedir el paso de representaciones que la perturben, regulando por la censura la aparición de las mismas.
La censura no es el resultado de un acto consciente sino que es, en si misma, el producto de un proceso inconsciente, como la represión. Nadie se “olvida” porque quiere, sino porque resulta conveniente para lograr la adaptación al medio.






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